Impacto ambiental de una bolsa de plástico

Impacto ambiental de una bolsa de plástico

Esta entrada forma parte de la colaboración con otros 20 blogs dentro del marco de la campaña de Julio Sin Plástico. Sigue todas las novedades y actualizaciones en Instagram a través de los hashtags #JulioSinPlástico #PasaDelPlástico⁠.

Según The World Counts, en el momento de escribir estas líneas, 2,5 billones de bolsas de plástico han sido producidas desde el inicio del 2020, 59 millones durante esta semana y casi 5 millones en el día de hoy a primera hora de la mañana. Y sin menospreciar la escalofriante cifra de 160.000 de bolsas que se están utilizando cada segundo.

Durante gran parte de la historia, los humanos han utilizado elementos de la naturaleza para construir las cosas que hemos necesitado pero la invención del plástico, hace apenas 100 años, ha cambiado la vida global del planeta. Hoy hablaremos de un desechable en concreto, las bolsas de plástico.

Éstas son uno de los artículos más comunes y ampliamente disponibles. Nos parecen imprescindibles porque son convenientes de usar, baratas, livianas y a primera vista parece que se pueden “desechar” fácilmente. Sin embargo, todos sabemos de alguna manera u otra que las bolsas de plástico tienen un negativo impacto en nuestro medio ambiente.

¿Qué implica fabricar una bolsa de plástico tradicional?

En su forma más simple, las bolsas de plástico están hechas de petróleo aunque lo preocupante es la gran cantidad de este material que se utiliza en el proceso de producción.

Cuando éste se quema o se fabrica, se crean gases de efecto invernadero, lo que hace que la Tierra absorba más energía del sol y aumente la temperatura general. La parte aterradora es que incluso un pequeño cambio en la temperatura, de 1 a 2 grados centígrados, puede tener un gran impacto global.

¿Qué ocurre después cuando nos deshacemos de ellas?

Cuando las bolsas de plástico terminan desechadas o en vertederos (alrededor de un 99%), no se descomponen, y solo el 1% se recicla. Esto significa que simplemente flotan o se quedan estancadas durante cientos de años en nuestros océanos, ríos y bosques y afectan negativamente el ecosistema natural de la zona. Los científicos indican que tardan alrededor de unos 450 años en degradarse pero eso es solo una estimación ya que no disponemos de suficiente información histórica para poder confirmarlo.

Las bolsas de plástico en los océanos

Uno de los biomas terrestres que se ha visto cada vez más afectado por los desechos plásticos es el océano. Casi 13 millones de toneladas de plástico se lanzan al océano cada año. Algunos plásticos liberan sustancias químicas en el agua que pueden provocar graves problemas de salud, pero el problema más frecuente es el consumo de plástico por parte de los animales.

Los peces, las tortugas y las aves oceánicas son los grupos más grandes afectados por los desechos plásticos. Casi 100 millones de animales marinos mueren cada año directamente por el consumo de residuos plásticos a causa de la ingesta de plástico que sus cuerpos no pueden digerir, provocándoles la muerte [1].

La gran mancha de basura del Pacífico

Las corrientes a veces conducen a grandes movimientos circulares a los que llegan grandes cantidades de desechos en una misma área del océano. Un ejemplo de esto es la gran mancha de basura del Pacífico, que se encuentra en la parte norte del Océano Pacífico y se estima que contiene entre 1,15 millones y 2,4 millones de toneladas de plástico [2].

Las bolsas de plástico en la tierra

En tierra, las bolsas de plástico son consumidas por los animales, al igual que en el océano. Se comen los envoltorios de alimentos, desechos y bolsas de plástico que les provocan problemas digestivos que pueden llevar a la muerte. Además, muchos quedan atrapados con bolsas alrededor de la cabeza con la gran probabilidad de que se asfixien o no se desarrollen correctamente.

Incluso las plantas no están protegidas del daño causado por las bolsas. Cuando los plásticos se descomponen en el suelo, liberan productos químicos nocivos, como el bisfenol A (BPA), que pueden dañar los microorganismos naturales de los que las plantas dependen para sobrevivir [3]. También pueden quedar atrapadas o enredadas en ellas, evitando que obtengan la luz o los nutrientes que necesitan y poniendo en peligro los ciclos que equilibran estos ecosistemas.

Parece todo perdido… ¿Qué podemos hacer entonces?

Podemos actuar en nuestro día a día con pequeños gestos que alivien la carga a la que estamos sometiendo al planeta. Te enumeramos los que consideramos más importantes:

  • Infórmate acerca de cómo las bolsas de plástico (y todo lo considerado desechable) afectan al mundo. Durante este Julio Sin Plástico vamos a proporcionar, conjuntamente con otros blogs, mucha información para que actúes en consecuencia. Comparte todo este conocimiento con tu familia, amigos, vecinos y compañeros de trabajo para que sean conscientes del gran alcance de sus hábitos cotidianos y los puedan revisar si es necesario.
  • Utiliza bolsas de compra reutilizables. Obviamente un paso importante y muy sencillo es utilizar bolsas de compras reutilizables en lugar de bolsas de un solo uso. Hay de diferentes tamaños, materiales y actualmente las puedes encontrar en muchas tiendas, aunque no todas te permitan reducir de la misma manera la huella ambiental y social ya que vienen de países lejanos sin conocer en qué condiciones laborales se han producido.
  • Si ya tienes bolsas de plástico en casa, reutilízalas. Las bolsas de plástico pueden ser difíciles de reciclar y para mitigar lo máximo posible los efectos negativos, es aconsejable reusarlas. Si has de tirarlas, hazlo debidamente en el contenedor correspondiente enrollándolas en el tamaño de una pelota y atándolas; de esta manera evitaremos que salgan volando por doquier debido a su forma de “paracaídas” y liviano peso.
  • Cuenta las bolsas de plástico que traes a casa en una semana. Contar el número de bolsas puede estimularnos a tomar medidas ya que cuantificamos y vemos el problema físicamente.
  • Di NO. Muy importante: rechaza las bolsas de plástico cuando vayas a comprar y usa las reutilizables o incluso las que ya tengas anteriormente.

 

Dejar de lado las bolsas de plástico, y otros plásticos de un solo uso, consiste tanto de cambiar los hábitos personales como de un cambio sistémico más amplio. Los Gobiernos han ido adoptando medidas para reducir el usos de estos plásticos y la industria va tomando nota. No podemos esperar a actuar y cualquier cambio por pequeño que sea puede marcar la diferencia si todos contribuimos al objetivo común.

Coméntanos más abajo qué opinas y cuáles son tus impresiones sobre las bolsas de plástico, y si lo encuentras interesante, lo dicho, ¡compártelo!

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Fuentes

[1] https://www.marineinsight.com/environment/how-is-plastic-ruining-the-ocean/
[2] https://www.theoceancleanup.com/great-pacific-garbage-patch/
[3] https://sites.google.com/a/ames.k12.ia.us/plastic/why-ban-plastic-bags

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