Cómo hacer compost casero (y de forma fácil)

Cómo hacer compost casero (y de forma fácil)

Cómo hacer compost casero en casa

El compostaje puede parecer un misterio, o incluso resultar algo intimidante solo al alcance de unos pocos. Los conceptos erróneos más comunes son que es demasiado complicado, huele mal o es difícil de manejar. Pero todo lo contrario porque ni lleva mucho tiempo y se puede hacer con un esfuerzo mínimo.

Qué es

El compost es un material oscuro, desmenuzable y con olor a tierra, y se produce por la descomposición natural de restos y materiales orgánicos. La acción de manejar y aprovechar este material en las proporciones correctas, y agregar agua y oxígeno, alienta a las criaturas microbianas a descomponerlo todo en un producto denso en nutrientes que construirá suelo y enriquecerá tu jardín y huerto.

¿Por qué compostar?

  • Reduce la cantidad de material orgánico que va a los vertederos.
  • El compost es una enmienda del suelo valiosa y gratuita que ahorra dinero en la compra de alternativas, como turba o fertilizante.
  • Mejora la condición física del suelo, la aireación, la capacidad de retención de agua y contiene una amplia gama de nutrientes para las plantas.
  • El compost evita algunas enfermedades transmitidas por el suelo: las poblaciones de algunos microbios en el compost pueden superar a los patógenos por alimento y hábitat, mientras que otros atacan o repelen los patógenos de las plantas.
  • Es bueno para el medio ambiente, divertido, educativo y una actividad en la que toda la familia puede ayudar.

Además, es una actividad en la que todos salen ganando. No solo es una forma sostenible de deshacerse de los restos orgánicos de comida y los desechos del jardín, sino que también da lugar a un abono de primera que les encantará a todas tus plantas.

Hay muchas formas y técnicas que puedes aplicar según tu espacio o cantidad de desechos producidos, no te asustes. Ten en cuenta que siempre hay un rincón para ti en este mundillo por el que empezar con muchas ganas. Aquí te damos unas simples directrices para alentarte a probarlo desde mañana mismo:

Cómo hacer compost casero en casa

1. Selecciona bien los restos orgánicos

Comienza con restos orgánicos de frutas y verduras incluida sus pieles. También bolsitas de té, café molido, cáscaras de huevo, flores viejas o incluso pelos humanos.

Algo a evitar por completo es la carne, los productos lácteos, la comida cocinada, o preparados aceitosos y huesos.

2. Guarda y almacena

Cuando estés compostando, los restos orgánicos que salgan de tu cocina deben ser parte de un proceso de capas deliberado para acelerar la descomposición. Hay un método concreto para añadirlos a la pila de compostaje por lo que lo más sensato es almacenarlos en un recipiente e ir agregándolos poco a poco.

También puedes almacenarlos en una bolsa en el congelador o en la parte trasera del frigorífico por tal de desacelerar su proceso de descomposición.

3. Elige un lugar para hacer tu compost

Aquí es donde debes pensar el espacio y entorno en el que vives actualmente:

  • Si dispones de algún espacio al aire libre, el contenedor de compost no tiene que ser complicado sino hay que mantenerlo bien simple: un cubo de basura o baúl de madera viejo pueden ser un buen punto de partida. Recuerda, empieza con aquello que ya tienes disponible.
  • Y si no tienes un patio trasero donde colocarlo, puedes llevar los restos de comida a una pila de compost compartida con los vecinos o en un jardín comunitario.

4. Haz el compost

En este mundillo, inevitablemente escucharás hablar de «los verdes y los marrones», los dos ingredientes principales de su mezcla.

Los «verdes» suelen ser restos de comida, como cáscaras de frutas y verduras, posos de café o, si tienes un jardín, recortes de césped. Estos agregan nitrógeno, un elemento crucial para el crecimiento microbiano. Los microorganismos son los verdaderos héroes de este proceso y los que hacen el trabajo pesado de la descomposición.

Los «marrones» son más ricos en carbono: como cartones de huevos, periódicos u hojas secas (ten en cuenta que has de trocear/triturar los productos de papel antes de ponerlos en su pila).

Es bueno recordar que los materiales verdes suelen estar húmedos y los materiales marrones, secos. Cuando estás superponiendo capas, quieres los marrones secos en la parte inferior con los verdes húmedos en la parte superior: digamos que los marrones son clave porque permiten que fluya el agua y el aire (proceso de aireación), asegurando que los microorganismos puedan hacer su trabajo.

Capas marrones y luego verdes, marrones y luego verdes. La cantidad de estas dependerá de tu espacio y la cantidad de restos de comida. En cuanto a su proporción, y en última instancia, siempre se desean más marrones que verdes.

5. Espera y airea

¿Cuánto tiempo hay que esperar para que se descomponga? Se dice que de forma aproximada, si hace calor, unos dos meses, y si hace frío, unos seis.

Para mantener las cosas en movimiento, has de girar o rotar la pila con un palo o una pala para asegurarte de que el aire fluya y que esté húmedo pero no demasiado empapado. Posiblemente esta rotación se dé una vez cada siete o 10 días.

Con el tiempo y un poco de práctica, tu nariz sabrá cuándo el compost está listo, partiendo de que el abono bueno no huele mal. Si es el caso, quizás no se está descomponiendo correctamente dado el exceso de humedad, por lo que se deberán reajustar las proporciones de verdes y marrones.

Cuando tu compost tenga ese olor a tierra y sea esponjoso de textura, ya estará listo para ser utilizado en tu jardín o plantas.

Si te surgen dudas durante el proceso, apúntate a cursos comunitarios en los que te enseñan y ponen en práctica los diferentes métodos y trucos para salir airosa y más sabia de la experiencia.

 


Paciencia, curiosidad y buena mano. Porque el compost de casa es una bondad reciclada que da energía vital a tus plantas.

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