Hacia un sistema económico más amable: sostenible vs regenerativo
Hacia un sistema económico más amable: sostenible vs regenerativo
Ante las crisis ambientales y sociales que enfrentamos, parece claro que la «sostenibilidad» se nos queda pequeña. El concepto que le hemos otorgado ya no alcanza el ritmo tan frenético con el que interactuamos con el planeta.
Mientras la sostenibilidad busca reducir el daño y mantener el estado actual, existen sistemas con una intención más regenerativa que se enfocan en revitalizar y restaurar los ecosistemas que nos sustentan. Esta mirada mucho más integral nos ayuda a comprender la conexión entre nuestras acciones y el bienestar del planeta.
La transición que debemos llevar hacia este tipo de economía representa un enorme cambio fundamental en nuestra forma de entender e interactuar con los sistemas económicos, superando el modelo lineal de «tomar-hacer-desechar» que predomina en la actualidad.
Desgranemos el asunto para hacerlo ago más entendible.
Cinco motivos por los que ha de prevalecer la regeneración sobre el crecimiento
- Agotamiento de Recursos Naturales: la búsqueda constante de crecimiento a menudo lleva a la sobreexplotación de los recursos naturales. Desde la deforestación hasta la extracción excesiva de minerales, el crecimiento desenfrenado pone en peligro la salud de nuestro planeta y agota los recursos que necesitamos para sobrevivir.
- Desigualdad Económica: el crecimiento económico no siempre se traduce en beneficios para todos. A menudo, los beneficios del crecimiento se concentran en manos de unos pocos, exacerbando la desigualdad económica. Un sistema sostenible busca no solo generar riqueza, sino también distribuirla de manera más equitativa.
- Impacto Ambiental: la expansión constante de la economía suele venir acompañada de un aumento en la contaminación y el deterioro del medio ambiente. Un enfoque en la sostenibilidad nos lleva a considerar cómo nuestras actividades afectan a la biodiversidad y a los ecosistemas, fomentando prácticas que minimicen el daño y promuevan la regeneración.
- Cambio Climático: el crecimiento impulsado por combustibles fósiles y prácticas insostenibles ha contribuido al cambio climático, una de las amenazas más graves que enfrenta la humanidad. Un sistema económico sostenible prioriza la reducción de emisiones y el uso de energías renovables, ayudando a mitigar los efectos del cambio climático.
- Salud y Bienestar: un enfoque en el crecimiento a menudo ignora el bienestar humano y la salud. Un sistema sostenible se centra en crear comunidades saludables, promoviendo el acceso a alimentos frescos, agua limpia y servicios de salud. Esto no solo mejora la calidad de vida, sino que también fortalece la resiliencia de las comunidades ante crisis futuras.
Los beneficios de la regeneración
Seamos honestas, el manido concepto de sostenibilidad ya no es suficiente. Mientras que esta apunta a reducir el impacto y mantener el equilibrio, la regeneración va un paso más allá, buscando crear sistemas que prosperen y se fortalezcan. En vez de solo “hacer menos daño”, se trata de “hacer más bien”, un cambio esencial para lograr sistemas más resilientes y duraderos.
Estas son algunas de las prácticas benevolentes con las que pondremos en primer lugar la salud del planeta y de las personas, logrando:
- Beneficios ambientales: restauración de ecosistemas, mejora de la salud del suelo, mayor biodiversidad y mejor gestión del agua.
- Beneficios sociales: comunidades más fuertes, mejor salud y bienestar, acceso equitativo a los recursos y mayor cohesión social.
- Beneficios económicos: economías más resistentes, innovación en tecnologías verdes, creación de empleos en sectores sostenibles y reducción de los costos asociados con la degradación ambiental.
¿Cómo implementar una economía regenerativa?
Ahora que tenemos la problemática y los beneficios sobre la mesa, hablemos de los cambios necesarios para llegar hasta ahí, y que incluyen modificaciones en varios estratos sociales: desde las políticas y las empresas hasta el comportamiento individual:
- Modelos económicos circulares: hemos de promover negocios que eliminen residuos y reutilicen materiales.
- Agricultura regenerativa: dar soporte a la implementación de prácticas agrícolas que restauren la salud del suelo y la biodiversidad.
- Energías renovables: realizar una transición amable hacia sistemas energéticos sostenibles que reduzcan la dependencia de los combustibles fósiles.
- Políticas inclusivas: ser proactivas en la creación de políticas que garanticen el acceso equitativo a los recursos y oportunidades para todos.
- Educación y conciencia: hemos de fomentar una cultura de sostenibilidad y regeneración a través de la educación y el compromiso de la comunidad.
Sabemos que el camino no será fácil, pero sí necesario para enfrentar los desafíos ambientales y sociales actuales
Tenemos la oportunidad de construir un futuro más equitativo, resiliente y próspero. Debemos abandonar los sistemas que agotan los recursos y, en su lugar, adoptar prácticas que aporten vitalidad global, para crear una economía en armonía con los ciclos de la naturaleza, generando bienestar y fortaleciendo tanto a las comunidades como al planeta.
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