Reflexiones de una limpieza de playa en Barcelona
Reflexiones de una limpieza de playa en Barcelona
A raíz del botellón del año pasado durante las fiestas de la Mercè, y la cantidad de basura que vimos expuesta en las playas de Barcelona, BOLSETA ha abierto un campo de concienciación muy en relación con su misión de dejar de lado el mayor número posible de bolsas de un solo uso que nos ha llevado a participar en varias limpiezas de playa.
De nuestra cortita experiencia, podemos compartir algunas reflexiones que vamos a seguir cuestionando y analizando continuamente junto con nuevas experiencias por venir. Queremos ser fuentes de cambio en la recogida de los residuos de aquellos/as que los generan. Y es que no tiene ningún sentido pagar con dinero público la recogida de los basura en las playas que corresponden a personas que hace menos de 24 horas que los han dejado allí.
Sabemos que a nuestras costas llegan deshechos devueltos por el mar y que, evidentemente, son a causa de la acción humana en otra localización o parte del planeta, pero hay muchísimos de ellos que se han generado por los propios usuarios/as de la playa apenas pocas horas antes.
Y esto mismo lo pudimos comprobar en nuestra participación en la Ultra Clean Marathon donde hubo una playa de Barcelona en concreto, la de Nova Icaria, que no se limpió la noche anterior. Nuestra desagradable sorpresa es que había multitud de restos del paso de grupos de personas que usaron el espacio público la noche anterior como un bar o un restaurante, dejando sus desperdicios sin ningún tipo de pudor: colillas, botellas de cristal de Ginebra, Vodka, cervezas, vasos, botellas de plástico, papeles, bolsas, ropa, compresas, colillas, bandejas… un sinfín de residuos que los propietarios/as que lo llevaron hasta allí y los usaron, tuvieron la desfachatez de no recogerlos.
¿Qué opciones queremos plantear después de lo que hemos vivido en este acontecimiento?
- Sanciones a las personas que dejen residuos en la playa. Al igual que el personal de la limpieza pasa cada día, que lo hagan también agentes del orden y que indiquen que se han de recoger, o incluso mensajes por megafonía haciendo hincapié en la recolección de los propios restos de basura. Quizás en días señalados de verano como los jueves, viernes y sábados.
- Bonificaciones por devolver las botellas en los establecimientos, tanto cristal como plástico.
- Penalizaciones a las empresas de take away que aparezcan en las playas.
- Carteles informativos acerca de las consecuencias medio ambientales y el gasto del presupuesto que implica la limpieza de toda esta basura.
- Hacer fotos de los restos encontrados y subirlas a las redes sociales, mencionando al Ayuntamiento de la zona para exigir cambios y medidas como las anteriores.
Debemos ser conscientes de cómo nos deshacemos de nuestros residuos en todo momento, en especial de los que desechamos. No podemos derivar ni librarnos de responsabilidades que son exclusivamente nuestras.
Si bien es importante que todos nosotros tomemos medidas como individuos, no podemos eximir a las empresas locales y las corporaciones globales de hacer su parte también. Y para acabar, recuerda que la educación es básica, ya que solo juntos podemos esperar hacer un cambio sustancial y global. Acción, acción y acción.
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